Las inundaciones de la posguerra, año 1942. Casas Baratas (Grupo Eduardo Aunós) [I Parte]

Desde niño, siempre me impresionaron las historias que mis padres habían vivido sobre los hechos ocurridos durante la Guerra Civil. No obstante, era mi madre la que nos ilustraba de los acontecimientos más relevantes que había vivido en las Casas Baratas. Por ese motivo, tuve la fortuna de que ella me contara muchas historias de su juventud, y una de éstas, fueron las inundaciones producidas por el río Llobregat en tiempo de posguerra.

No sé el motivo que me indujo a tener siempre presentes aquellos acontecimientos, quizás por la forma que ella tenía de contarlos, porque cuando lo hacía, se emocionaba tanto, que transmitía la pasión de sus palabras, haciendo que aquellas historias las guardara en lo más profundo de mi pensamiento.

En estos días que estamos viviendo confinados en casa a causa de la pandemia producida por el coronavirus (Covid-19), y coincidiendo a la vez con el 78 aniversario de la primera inundación, me han aflorado recuerdos sobre aquel acontecimiento que mi madre había vivido, y buscando entre los cuantiosos documentos y artículos que guardo sobre las Casas Baratas, encontré la revista «La Marina» de noviembre de 2003, donde en el artículo «Casas Baratas, ejemplo de convivencia», el cronista e historiador Ramón Anglés, entrevista a un señor del barrio llamado Joan Soler, preguntándole lo siguiente:1

¿Tienes alguna anécdota de las riadas?

«Al día siguiente de una de ellas le dije a mi hermano que teníamos que recoger de la casa la libreta de racionamiento. Entonces, vino la policía y nos dijo «venga al camión porque estáis robando lo que no es vuestro». Suerte que llegó el que conocíamos como el «geperut» que nos sacó del trance».

En la misma entrevista comenta:

«En 1983 al desbordarse el río Llobregat, las aguas entraron en las viviendas y los vecinos tuvieron que dejar sus casas hasta que bajó el nivel del agua».

Sobre la respuesta de Joan Soler, tengo que decir, que en noviembre de 1983, no fue el desbordamiento del río el que causó la inundación en las Casas Baratas, sino un fuerte temporal de lluvias que castigo el Barcelonés, Baix Llobregat y el Vallés Occidental, viéndose afectados también los barrios de Port y Zona Franca. Sin embargo, esta inundación no la vivimos mi familia y yo en las Casas Baratas, porque desde 1972 nos habíamos marchado a vivir a un piso en Sant Feliu de LLobregat, a consecuencia de la inundación del río en 1971, y ésta si la vivimos en todo su apogeo, aunque de ella hablaré a su debido tiempo, es la más  recordada y documentada de las que produjo el río. No obstante, cuando se habla de las crueles inundaciones de 1962, hay que concretar, que las aguas del río Llobregat no llegaron a nuestra barriada, sino que afectó mortíferamente  con toda su crueldad sobre la zona del Vallés.

De las inundaciones de la posguerra solo existen vagos e insignificantes recuerdos que a través de las décadas han ido desvaneciéndose, hasta tal punto, que pocas son las personas que puedan contar lo sucedido en el mes de abril de 1942 y febrero de 1944. Por ello, y viendo la poca información que existe en la actualidad sobre dichas inundaciones, he decidido  contar lo que sucedió para que quede constancia de la crudeza de éstas, en la Memoria Histórica del Grupo de Casas Baratas Eduardo Aunós; y para ello me he ilustrado con la fuente oral y escrita más fidedigna de aquellos años, mi madre y «La Vanguardia».

Mi madre, contaba dentro de lo que su memoria alcanzaba, que hubo una inundación en la barriada durante el tiempo de la posguerra. Decía muy sobresaltada, que las aguas habían entrado en las casas silenciosamente cogiéndoles a todos desprevenidos: 

«Fue todo tan rápido que no pudimos hacer nada para poder salvar lo más imprescindible; los colchones, la ropa y los artículos de la lechería que había habilitado mi padre en casa, etc. Muchos vecinos se subieron a los tejados de las casas y tuvieron que ser evacuados en barcas. Quien iba a pensar que después de la crudeza y el empobrecimiento que había causado la Guerra Civil, nos veríamos tres años después sumidos en una catástrofe natural que llevaba cientos de años ocurriendo en los campos de la Marina de Sants».

Iba hablando e intercalando frases que no correspondían las unas con las otras, como intentado recordar que no solamente hubo esa riada, sino que también vivió alguna más en su juventud:

«Aquellas viviendas llamadas «Casas Baratas» se construyeron en la zona deltaica que se había formado con los sedimentos arrastrados y acumulados del río Llobregat, por lo tanto, las autoridades vigentes de la época, sabían de antemano del peligro inminente que podían sufrir sus moradores en aquellos terrenos. Entre unos y otros nos olvidaron dejándonos a la voluntad y antojo de las riadas y las inundaciones producidas por las lluvias intensas que nos iban arrebatando todo lo que poseíamos; a pesar de que se proyectaran rasantes y colectores, como los que se construyeron a mediados de los años 60, las aguas siguieron invadiendo nuestras viviendas».

Un artículo publicado en La Vanguardia en noviembre de 1898, titulado «El encauzamiento del río Llobregat», ya ponía en evidencia los problemas de las crecidas del río, diciendo lo siguiente: 2 

Imagen 1. Puente destruido por las aguas del río Llobregat a su paso por Cornellá en 1898.

Desde Cornellá-Encauzamiento del río Llobregat.

«Terminado el proyecto de encauzamiento del río Llobregat, trazado por el distinguido ingeniero jefe de obras públicas don Alejandro Rubió, dentro de brevísimos días se reunirá la Junta directiva de la Asociación de propietarios ribereños interesados, para convenir la práctica inmediata de dicho proyecto. Permitame, señor Director (La Vanguardia),  que en atención a la importancia del proyecto, diga algo acerca del mismo. Poco después de la inundación última producida por el desbordamiento de aguas del río Llobregat; vistos los incalculables perjuicios (página 2) irrogados, tanto en la propiedad rústica como urbana de todo el llano, los propietarios comarcanos, y en especial los ribereños, convinieron el estudio y trazado de encauzamiento para evitar el peligro y principalmente los estragos de otra nueva inundación.

Se extiende dentro de los términos municipales de San Juan Despí, Cornellá, San Baudilio, Santa Coloma y parte de los correspondientes a los pueblos del Prat y San Feliu, convinieron con los alcaldes respectivos de las cuatro poblaciones precipitadas, como mayormente interesadas de común acuerdo, contando también con la simpatía de las autoridades gubernativa y provincial, la formación de un proyecto particular cuya realización ofrecerá todas las probabilidades de una práctica inmediata por asentamiento de todos y por su base económica. Estudiado las más indispensables bases de convenio entre los iniciadores del proyecto, cuyo detalle no interesa por hoy,  pues su «referéndum» y «refino» dependía en parte del resultado del estudio que del proyecto realizara el facultativo que se designara al efecto, sólo se tuvo en cuenta la acertada designación de éste y la urgencia en la realización de los estudios indispensables para poseer el deseado proyecto lo más pronto, económico y antes posible.

Esto último, es decir, lograr la conformidad de los intereses ha sido lo más trabajoso y que ha absorbido  una inapreciable cantidad de tiempo, pues la parte técnica y económica del proyecto, gracias a la competencia del facultativo designado, se logró con relativa facilidad y acierto.

Por hoy no entrare en detalles de la parte técnica del proyecto y me concretaré sencillamente, atendido que el escrito resulta ya largo, a recomendar muy eficazmente a todos los interesados, mis comarcanos, que aceptado que sea unánimemente, por la bondad de la idea y propia conveniencia, realicen inmediatamente aquellas obras que por su naturaleza resultan del proyecto lo más urgentes y económicas.

Asimismo la Junta que debe representar la agrupación de propietarios y pueblos interesados, es fuerza no olvide que su mayor gloria y provecho, es la realización más inmediata y la vigilancia más exquisita en la conversación de todo lo conseguido en el proyecto, cuya idea predominante es la regularización de las curvas del cauce, abriéndolas lo más posible, donde no sea factible la recta, procurándose un cauce libre completamente de ancho suficiente y sin las incomprensibles obras ofensivas, o sean de ataque, de una orilla contra su fronteriza, principal motivo de los estragos inmensos producidos por las frecuentes inundaciones en la comarca llobregatense, digna por todos conceptos de mejor suerte.

Tenemos fe en la bondad del modesto proyecto de encauzamiento, y sus resultados serán inapreciables si la armonía que entre propietarios y pueblos interesados ha reinado hasta ahora, dando por resultado el estudio de tan interesante proyecto, con entusiasmo continúa en la ejecución de tan provechosa idea».

En 1901 fueron dos las riadas producidas, las de 21 de septiembre y 1 de octubre, la primera hizo verdaderos estragos, pero la segunda, aunque llegó a desbordarse el caudal del río, prácticamente no causó ni mucho menos los daños de la primera. Veamos lo que publicó La Vanguardia:3

«Las huellas de las últimas inundaciones han quedado tristemente marcadas en aquellos feroces huertos convertidos en inmundos lodazales y en la gruesa capa de barro que tapiza las calles bajas de la población, en cuyas casas se coló el agua produciendo considerables estragos. Una faja de humedad corriendo a lo largo de muros y paredes indican el nivel que alcanzaron las aguas del río al desbordarse.

Desde la próxima altura de San Ramón, montaña poblada de aromáticos pinares, en cuya cima se levanta una pequeña ermita, divisase como una mapa en relieve, toda la vega del LLobregat, limitada al Sur por la línea del litoral que recorta la gran laguna del Remolá y la desembocadura del río, cuya corriente pudiendo ir en derechura al mar, debidamente encauzada, despliega a través de la vasta huerta sus caprichosos meandros. Desde aquel mirador espléndido , el observador se hace cargo enseguida de que si el Llobregat se desborda, es simplemente porque el hombre quiere, así el que pasado el primer momento de peligro se rinde a la desidia y al abandono; como el que teniendo de franquear el paso a la realización de las empresas de utilidad evidente, se entretiene en amontonar toda su suerte de repares y dificultades. La empresa del desvío y encauzamiento del Llobregat debería convertirse desde hoy en un empeño de honra por parte de Barcelona y las poblaciones ribereñas».

Imagen 2. En la actualidad, mirador de la montaña de Sant Ramón. Al fondo vista panorámica del Delta Oriental.

En la Sección Ecos de la opinión, titulado: «Río LLobregat». 4

 El señor Vallhonrat, hijo de la comarca, con intereses afectados por el desbordamiento del río, es  bastante conocedor de los defectos que se adolece al cauce del río, expone algunas consideraciones que quizás contribuyan o orientar debidamente la opinión y trabajos emprendidos para solucionar el complicadísimo problema de evitar los desastres de las frecuentes avenidas que tantas ruinas y desgracias causan, entre ellas:

«Es evidente que la causa de los estragos de las inundaciones en el bajo Llobregat se debe principalmente a las sinuosidades de su cauce actual y sinnúmero de obstáculos que en este se observan interceptando la corriente, esto aparte la importantísima causa de la desaparición de los bosques primeramente y más tarde de los viñedos, pues ambas plantaciones, y muy especialmente la primera, no permitían que las aguas descendieran tan rápidamente, como hoy sucede, al cauce del río, motivando estas fuertes avenidas que cesan poco después de haber nacido, no sin dejar triste memoria de sus efectos destructores en las partes bajas de la cuenca.(…) La parte del río que, a nuestro entender, merece atención preferente e inmediata  es la comprendida desde San Feliu, o mejor desde el puente de Molins de Rey al mar.

La recta en el río Llobregat, como en todo cauce de alguna importancia, de corriente tan variable y de grandes acarreos, es poco menos que imposible, por lo menos bajo el punto de vista económico y práctico.

Lo posible y práctico sería corregir los muchos defectos del actual cauce, suavizando curvas formadas por la creación de estacas de ataque, desaparición de éstas. Limitando la formación de obras de defensa de la fortificación de márgenes naturales y en sentido siempre de la corriente, dejando el cauce libre y con un ancho suficiente para el paso de las aguas de avenidas ordinarias, prohibiendo terminantemente la creación de terraplenes y márgenes para el fácil paso de las aguas de las avenidas extraordinarias».

No obstante, el siglo XX está lleno de cambios para la zona deltaica y ya es en el año 1907 cuando se retorna a la canalización del río Llobregat, tras la riada del 13 de octubre. Sin embargo, en 1913, vuelve a repetirse una formidable avenida, la cual causa incalculables daños:

El Llobregat desbordado.

«A los incalculables daños e inmensos perjuicios causados por los temporales de agua de estos últimos días, generales en toda la región, hay que añadir los producidos por la formidable avenida que experimentó ayer el Llobregat, una de las mayores, acaso la más importante de las que se tienen recuerdo. La crecida fue rápida; en pocas horas el caudal del río del nivel ordinario subió a siete metros y desbordándose, cubrió convertido en asolador torrente la extensa y feraz campiña que desde Molins de Rey por ambas riberas se extiende hasta el mar.

Las aguas avanzaron con una velocidad aterradora arrasando los campos, derribando los árboles y arrastrando las cosechas otoñales que no habían sido aún recogidas. La avalancha irresistible de la inmensa mole de agua que en pocos minutos se desbordó del cauce del río, rompió casi todos los diques y defensas construidas por los pueblos ribereños, inundando la mayoría de las poblaciones, especialmente las situadas en la ribera izquierda.(…) El espectáculo que el llano del Llobregat ofrecía ayer a primera hora de la mañana era imponente y aterrador…

Afectó a: Martorell, Papiol, Molins de Rey, San Vicente dels Horts, San Feliu de Llobregat, San Joan Despí, Cornellá, Prat y Hospitalet.

Las autoridades de Hospitalet reclamaron auxilios de las de Barcelona para socorrer a los habitantes de las casas de la Marina que habían quedado sitiadas por la inundación, el gobernador civil interino, señor Díe y Mas, solicitó del Comandante de Marina dos barcas las cuales, transportadas en camiones que facilitó el alcalde señor Collaso y Gil, fueron trasladadas a dicha población.

Las autoridades de la población y en general todo el vecindario se muestran conformes en que si la inundación ha revestido actualmente tal importancia en Hospitalet, se debe únicamente al terraplén del ferrocarril de N.E. emplazado cerca de San Baudilio, que si bien sirve en parte de muro de contención para que aquella población no se inunde, en cambio desvía la corriente que al tropezar con el muro se precipita hacia Hospitalet, como jamás había ocurrido en pasadas inundaciones.

También han cooperado en parte a la catástrofe las obras de defensa que hace algún tiempo se hicieron en el Prat de Llobregat y que obligan al río a dirigirse hacia la parte izquierda en vez de a la derecha como antes sucedía. (…) Toda la parte baja del término de Hospitalet quedó también anegada, hasta Casa Antúnez, en una extensión de 1.800 hectáreas.

El agua, que alcanzó en algunos puntos ocho palmos de altura, inundó unas 75 casas del casco de la población y 180 de la barriada de Marina.

En Casa Antúnez:

Cumpliendo órdenes del señor Collaso, el comandante de la guardia municipal señor Mendiola, se trasladó a la barriada de Casa Antúnez, en la que según noticias recibidas había aumentado la inundación.

Al regresar el señor Mendiola manifestó al alcalde que efectivamente a causa de haberse derrumbado el terraplén que existe a un kilómetro de la Farola, las aguas del Llobregat se habían extendido hasta el Hipódromo y la línea fiscal de consumos, quedando completamente aislados varios edificios, entre ellos el Arsenal Civil, las fábricas de los señores Massó, Siso y Magín, y las casas de campo denominadas Can Segalet, Can Seguí, Cal Oliva y otros, porque de momento, los moradores de las mismas se hallaron en peligro. A pesar de ello, se dispuso que un bote tripulado por varios marineros recorriera los lugares invadidos  para prestar socorro en caso necesario.

A las tres de la tarde, el señor Collaso acompañado del señor Mendiola, fue a Casa Antúnez con una brigada de 25 obreros, a las órdenes del jefe de la sección de alcantarillado señor Guitá quien reconoció el terreno, habiendo podido comprobar que las cloacas desaguaban perfectamente en el mar.

Los soldados del «Noveno Montado» sacaron del Hipódromo nueve caballos, pertenecientes a dicho regimiento, y otro cinco propiedad de particulares, fueron extraídos por sus dueños. El salvamento de los refugiados animales hubo de efectuarse con agua hasta la cintura».

Como hemos podido ver en los artículos anteriormente mencionados sobre las inundaciones producidas por el Llobregat, no fue un problema del siglo XIX o XX, ya que según argumentaba el señor Jaume Codina i Vilà, doctor en Filosofía y Letras, sobre la tesis basada en las avenidas sufridas por el Llobregat: 

«Desde el año 1.100 – prosigue el señor Codina – hasta la fecha se han registrado un centenar de avenidas y jamás ninguna de ellas produjo tan gran número de muertos como la actual (19 cadáveres)».

El señor Codina, se refiere a la avenida producida por el río Llobregat, en septiembre de 1962.

La situación en si,  es que después de tantos siglos de inundaciones, desastres y muertes, fueron dedicándose los unos y los otros a realizar proyectos, terraplenes, muros de contención, e intereses creados en la protección de los pueblos ribereños e infinidades de propuestas que no sirvieron en parte para parar las aguas del río Llobregat, cuando éste buscaba desaguar a toda costa su caudal en los campos y vegas fértiles y profundas de la Marina; de esta forma transcurrió el tiempo y las aguas llegaron por primera vez a una barriada recientemente construida en 1929, que ya había vivido los horrores, las miserias y la pérdida de muchos de sus moradores en la Guerra Civil, y había comenzado la posguerra con la mira de sufrir un cambio nuevo en sus vidas y no una desgracia como la que llegaría…

1942, año de la primera inundación en las «Casas Baratas».

Imagen 3. Los vecinos del grupo Eduardo Aunós tuvieron que abandonar sus hogares, en las lluvias producidas el 7 de noviembre de 1983.

La Vanguardia Española. Edición del jueves, 30 de abril de 1942, página 1, nos ofrece un completo y magnífico artículo titulado:

LA EXTENSA ZONA AGRÍCOLA DEL BAJO LLOBREGAT HA SUFRIDO GRANDES DAÑOS A CONSECUENCIA DEL DESBORDAMIENTO DEL RÍO.

LAS AUTORIDADES RECORRIERON AYER LA COMARCA AFECTADA, A LA QUE FUERON PRESTADOS EFICACES SOCORROS.

Se produce el desbordamiento:

«Las lluvias persistentes y a largos ratos torrenciales de estos últimos días, tuvieron en la madrugada de ayer tristes consecuencias. Los ríos se desbordaron  provocando inundaciones de gran importancia en amplias zonas de esta comarca.

En la noche anterior, según dijimos, el río Besós fue el primero en desbordarse e inundar las huertas y el sin número de casitas construidas en las cercanías de Santa Coloma, y en la madrugada siguiente, el Llobregat, cuyo caudal siguió creciendo, se desbordó igualmente cerca de Barcelona, convirtiendo en un extenso lago las ferocísimas vegas que enriquecen esta comarca. Esta vez, las aguas del Llobregat llegaron en su inundación hasta la ciudad misma, al extremo de que cubrieron, a buen nivel, una extensa faja de la calle de Cortes (Gran Vía) en su confluencia con el límite de Hospitalet, lugar desde donde ayer tarde se divisaba un desolador panorama».

«Mi madre contaba que aquella inundación había sido más bien producida por la mala mar que había aquella noche, que en vez de dejar entrar las aguas del río al mar, eran las olas las que empujaban el agua hacía dentro, lo que provocó el terrible desbordamiento».

«Las causas determinantes de la inundación aparecen, a la hora en que escribimos estas líneas, completamente dilucidadas. Desde luego, el nivel del río anteayer por la tarde había experimentado una considerable subida, pero parece ser, según versión que recogimos en el lugar de los sucesos que la inundación se produjo a consecuencia del gran oleaje que la corriente de Levante lanzaba sobre la desembocadura misma del río y las grandes masas de arena que fueron arrojadas en aquellos mismos lugares, circunstancias ambas que determinaron que la corriente del río creciera de nivel y provocara la inundación».

Sin embargo, a finales de 1800 y con relatividad a la construcción del «Arsenal Civil» en la playa de Can Tunis, un expediente que instruía la Comisión de Fomento de la Diputación de Barcelona, dio a conocer los cambios que se habían producido  en la configuración de la costa. Un particular llamado Isidro Bertran, al cual se le había concedido la autorización para otra instalación industrial en la playa, presentó alegaciones contra la intención de Wohlgemuth (propietario del Arsenal Civil) por el hecho, se señala en el dictamen, «que va encaminada a transformar de una manera especial la situación de aquella playa en perjuicio público y en particular del opositor. Isidro Bertran protestaba especialmente por la construcción de dos espigones perpendiculares a la playa, que servían para formar la dársena de las Atarazanas y que podían ocasionar cambios significativos en la playa y perjuicios para el mismo y para terceros: debía observarse que los temporales y corrientes más frecuentes en esta costa son los de Levante, los cuales vienen a estrellarse en la playa de Casa Antúnez hasta la embocadura del río Llobregat, formando una playa de poco fondo, y es de suponer que si al curso de la fuerte corriente de levante se le anteponen las escolleras mencionadas, se alterará indudablemente el curso natural de la corriente y arrastre de arenas, dando por lógico resultado que se forme una nueva playa o que aumente la que hoy existe, que se perjudiquen o quizás obstruyan las relativas buenas condiciones en que aun hoy se halla y aun llegue a causar peligroso entorpecimiento en la boca del puerto. 

Prolongación de la escollera de Levante. Plano Histórico. Barcelona 1714/1940.

A: Dique del Oeste y Muelle del Contradique.

B: Prolongación de la escollera de Levante o del Este.

C: Litoral y playas de Casa Antúnez hasta la embocadura del río Llobregat.

En 1906 se finalizaron las obras de los muelles de Barcelona, Pescadores, Nuevo, Barceloneta, la Muralla y  Atarazanas. Desde esta fecha hasta la Primera Guerra Mundial, se produjo un gran crecimiento del tráfico, por lo que se decidió prolongar el dique de Levante hasta 1.600 metros; y colocar un espigón para proteger la dársena del Morrot de los temporales. En 1912, se encontraban casi acabadas las obras exteriores del dique de Levante. 

Imagen 4. Dique del Este, temporal del 25 de noviembre de 1942.

Parece ser que el señor Isidro Bertran se adelantó a los acontecimientos, y aunque pasaron varias décadas de aquellas alegaciones, llegó el día en que se cumplieron, demostrándose así que las escolleras del puerto influían en las corrientes de levante sobre el litoral de Casa Antúnez hasta el Llobregat.

Según la Junta de Aguas (1994) 9 , respecto a los episodios de avenidas registradas en primavera, consta que el caudal punta del Llobregat a su paso por Martorell, fue el día 17 de abril de 1916, de 1.300 m3/S, y el día 28 de abril de 1942, de 1.500 m3/s.

Si estos datos los comparamos con las riadas de finales de verano y principios de otoño, de los días 25 de septiembre de 1962, el caudal del río llevaba 3.080 m3/s, y el 20 de septiembre de 1971, 3.150 m3/s. La proporción  de éstos, duplicaban los niveles de caudal producidos en primavera, lo que puede significar que la avenida producida en 1942, fuera apoyada por un adverso y desmesurado temporal, que produjo un gran oleaje y corrientes que arrastraron la arena afectando  de pleno al litoral barcelonés, obstruyendo como un tapón la desembocadura del río,  que rápidamente incrementó el nivel del caudal efectuándose un retroceso extraordinario.

Prestación de socorros:

«Las poblaciones que más directamente han sentido los efectos de la inundación fueron Cornellá, San Baudilio, San Feliu de Llobregat y Hospitalet. El suceso se inició a las once de la noche aproximadamente y el punto máximo de crecimiento parece ser que fue conseguido entre las tres y cuatro de la madrugada, horas que constituyeron las de máxima angustia para las poblaciones y familias damnificadas.

Los servicios de socorro fueron organizados tan pronto se tuvo noticia de lo que sucedía. Del Cuartel de Bomberos de la calle Provenza, poco después de las once de la noche, partió la primera brigada hacía Cornellá, donde trabajó denodadamente y del cuartel central salieron más tarde otras brigadas que prestaron sus valiosos servicios en Casa Antúnez, Hospitalet y Prat.

A los trabajos que venían realizando los bomberos se sumaron por orden del capitán general, varias brigadas de soldados de  Ingenieros del Cuartel de Lepanto al mando de su oficialidad, los cuales actuaron en distintos lugares del Prat afectados por las inundaciones, coadyuvando a las tareas las fuerzas facilitadas por el comandante de Marina y grupos de vecinos que habían iniciado los trabajos de salvamento. Igualmente el capitán general puso a disposición del comandante de Marina varios camiones del Ejército en los cuales fueron transportados por marineros del Pósito, personal de Marina e individuos del Cuerpo de Policía Armada.

El concurso de la tropa resultó igualmente de gran eficacia en la parte alta, en la confluencia de Barcelona con Esplugas donde soldados del regimiento de Carros de Combate, al mando de un oficial, prestaron los necesarios auxilios a los más directamente afectados de aquellos alrededores».

El gobernador civil y jefe provincial visitó repetidas veces los lugares damnificados:

«Tan pronto tuvo noticia de la inundación el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, señor Correa, se trasladó a los lugares damnificados en compañía de su secretario.

A las dos de la madrugada el señor Correa regresó al Gobierno Civil, manifestando que el desbordamiento del LLobregat afecta a toda su cuenca, habiendo producido, en nuestra provincia, daños de consideración e interrumpido diversas vías de comunicación. A primeras horas de la madrugada de ayer el Llobregat había crecido siete metros por encima de su nivel normal y había inundado extensas zonas agrícolas. Esta nueva contrariedad afectaba con bastante intensidad al suministro de frutas y verduras en nuestra capital, que, en los últimos días y por efectos del especial cuidado que el problema se prestaba se había visto favorecida por un abastecimiento diario de verduras equivalente a un millón de kilogramos, las cuales procedían precisamente de los lugares tan sensiblemente perjudicados por las aguas.

En la mañana de ayer el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, camarada Correa, estuvo de nuevo en aquellos lugares dando atinadas órdenes en provecho de los damnificados.

El camarada Correa, conferenció extensamente con las autoridades de las localidades de la ribera del Llobregat, habiéndose tomado todas las medidas del caso. También se entrevistó con nuestra primera autoridad civil el delegado provincial de Auxilio Social, que se encargó de atender a los damnificados. Todas las autoridades y jerarquías del Movimiento prestaron desde los primeros momentos su valiosa ayuda debiendo consignar que además de los bomberos, que han trabajado sin descanso, lo han hecho fuerzas del Ejército personal de la Comandancia de Marina con botes de salvamento, las organizaciones del Movimiento, Guardia Civil, Policía Armada, Guardia Urbana y Cruz Roja.

Después de almorzar, el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, señor Correa, acompañado de los inspectores de la zona agrícola, recorrió nuevamente los lugares afectados. 

El señor Correa visitó los comedores instalados por «Auxilio Social» presenciando el reparto de alimentos a las personas que continuamente acuden y que son atendidas. También inspeccionó los locales dispuestos para refugio de los damnificados.

En el curso de esta detenida visita dio nuevas instrucciones, habiendo conferenciado nuevamente con el delegado provincial de «Auxilio Social» camarada Gay, y con otras jerarquías de la Obra, con el fin de que todas las personas que han sufrido las consecuencias de la inundación sean debidamente atendidas».

Mi madre comentaba como si de un personaje importante se tratara, que el gobernador civil había visitado la barriada prometiendo arreglos importantes y la ayuda de otros menesteres de primera necesidad. Según ella, cumplió la mayoría de cosas que había prometido.

Por otro lado, en la entrevista que se le hace en la revista «La Marina» al señor Joan Soler, el cronista e historiador Ramón Anglés, le hace la siguiente pregunta:

Y para acabar, ¿es verdad que vino el señor gobernador civil Correa a visitar el mal estado del barrio?

«Ya lo creo. Y se portó muy bien. Cumplió lo que dijo que nos daría comida, ropa y dinero. El dinero se lo quedó el cura de Port Mossén Pedro. Le hicimos una canción y todo que decía:»al cura de Port le han robado las patatas y dice que han sido los de las Casas Baratas».

Como anécdota tengo que decir, que la primera piedra de la parroquia de Port, se colocó en mayo de 1941, en 1945 estaba todavía en construcción y el 5 de octubre de 1947 se inauguró la Iglesia de Nuestra Señora de Port con la presencia del alcalde accidental señor Ribas Seva y otras representaciones oficiales, autoridades del distrito y el cura ecónomo de la parroquia, Rvdo. Pedro Serra Manent, con la Junta de obra y la de reconstrucción.10 

Indistintamente de los donativos donados a consecuencia de la inundación por varias industrias y ciudadanos que veremos en el apartado de los donativos para los damnificados, es cierto que el gobernador civil colaboró con una cantidad de 10.000 pesetas.11 

«El gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, señor Correa Véglisson, ha hecho entrega al delegado provincial, de Sanidad, señor Yangüela, de la cantidad de 10.000 pesetas para que este servicio del Partido las destine a higienización de las viviendas de Casa Antúnez últimamente afectadas por las inundaciones».

Las autoridades en la zona inundada:

«El presidente de la Diputación D. Antonio María Serrano, acompañado de su secretario particular señor Pascual del Pobil salió ayer al medio día a visitar las diferentes comarcas inundadas por las recientes lluvias.

Igualmente visitaron los lugares inundados el jefe de Policía señor Degergue, el comandante de Marina señor Montero, que como antes decimos dictó en los primeros momentos las optimas órdenes dependientes de su autoridad, y otras autoridades».

Detalles de la inundación:

«En Casa Antúnez, el niño de seis años Francisco Martínez Mateo, que había sido trasladado a una barca de salvamento con sus familiares, tuvo la desgracia de caerse, siendo arrastrado por la corriente.

-El campo de aviación del Prat de Llobregat ha quedado inundado, utilizándose el aeródromo de Sabadell para el servicio de viajeros.

-También la parte baja de San Baudilio de Llobregat ha sufrido las consecuencias del desbordamiento, pero afortunadamente, en estos lugares los daños no son de mucha importancia.

-Toda la vega del Llobregat ha quedado inundada, sufriendo grandes daños las huertas y las plantaciones, pudiéndose dar por perdidas las cosechas de frutas y verduras.

El tráfico ha quedado interrumpido en la carretera del Prat.

-Dada la situación angustiosa de muchas familias, que habitaban diversas casas bloqueadas por el agua, se ha organizado un servicio de socorro por personal de la Comandancia de Marina al mando de contramaestres, que por medio de embarcaciones han procedido a evacuar dichas familias de sus domicilios.

Las inundaciones del LLobregat han alcanzado su mayor violencia en la populosa barriada de Casa Antúnez, en el llamado grupo de Casas Baratas de Eduardo Aunós, donde, a las pocas horas de haberse producido el desbordamiento del citado río, las aguas alcanzaron un altura media de dos a tres metros en algunos lugares.

Todas las viviendas habitadas por personas de condición modesta, resultaron totalmente inundadas, quedando en las zonas afectadas más de dos mil quinientas familias sin albergue».

Imagen 5. En esta fotografía de la nevada del 62, aparezco junto a mi hermana en la puerta de nuestra casa.

Como podemos ver, en aquel año, mi hermana ya media aproximadamente 1 metro 60 centímetros, por lo que si el agua  alcanzó una altura media de dos a tres metros, sobrepasó la ventana e incluso en algunas casas reboso el tejado. Otro detalle que podemos observar, es la degradación de la fachada, la cual indica la erosión producida por la humedad constante que sufrieron durante las riadas y las fuertes lluvias producidas después de 33 años de vida.

«Las perdidas materiales son de importancia en Casa Antúnez, sabiéndose por el momento, que la fábrica «Seda Pourtal S.A., ha sufrido pérdidas por unas 10.000 pesetas; la de «Busquets Hermanos», de 25.000 a 30.000, y en la «Sociedad Anónima de Colorantes Sintéticos», que tenía en sus almacenes existencias por unos dos millones de pesetas, se cree que poco podrá salvarse. Otras fábricas han experimentado igualmente pérdidas que todavía no han podido calcularse.

-En Hospitalet de Llobregat, un niño de cuatro a cinco años, pereció arrastrado por las aguas, a pesar de los desesperados esfuerzos de su madre por salvarlo, al mismo tiempo que conseguía poner fuera del riesgo a otros varios hijos, todos de poca edad, que estuvieron también en inminente peligro».

Los servicios ferroviarios:

«Ayer mañana y en vista de que el río Llobregat había decrecido bastante, los Ferrocarriles Catalanes reanudaron el servicio que había quedado interrumpido el día anterior a consecuencia del desbordamiento del mencionado río.

A consecuencia del temporal de lluvia, el tren fronterizo de Puigcerdá llegó con retraso, por haberse detenido el convoy entre las estaciones de San Quirico y Borredá, debido a estar la vía interceptada por una roca que se desprendió de la montaña».

Por otro lado, cuando la situación empezó a mejorar notablemente, las aguas habían descendido tanto, que al día siguiente solo quedaban en los campos ligeros encharcamientos, quedando grandes probabilidades, en muchos de ellos, para que se salvasen las cosechas.

«Sin embargo, a consecuencia del curso violento de las aguas del Llobregat, socavaron profundamente los estribos del puente de la línea de los F.C. Catalanes en San Baudilio y a causa de ello, a las siete y media de la mañana, al paso del tren número 2 procedente de Olesa de Montserrat, cedió uno de los estribos sobre la margen izquierda y gracias a la serenidad y prudencia con que actuó el maquinista del convoy, no se registró más que el descarrilamiento de los tres últimos vagones.

El suceso hubiera como antes decimos, podido revestir graves consecuencias, pues en el tren viajaban unas 1.000 personas. Los tres vagones quedaron inclinados a la entrada del puente y los pasajeros, una vez repuestos del susto consiguiente, pudieron salir sin mayores dificultades.

A consecuencia del descarrilamiento resultaron nueve heridos leves por contusiones y cortes de vidrio y una mujer lesionada de pronóstico reservado.

A poco de haber ocurrido el suceso se personó en el lugar del descarrilamiento el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, quien fue informado detalladamente de lo ocurrido por el director de la Compañía señor Lagasse y personal técnico.

Igualmente estuvieron en el propio lugar el jefe del Servicio Militar de F.C., comandante Espada, que dictó las órdenes oportunas y el teniente coronel de E.M., don Ignacio Torrents».12

Imagen 6. Descarrilamiento del tren nº 2, procedente de Olesa de Montserrat.

«Auxilio Social» ha facilitado alojamiento y comidas calientes:

«La Delegación Provincial de «Auxilio Social» ha instalado en Hospitalet varios locales para que en los mismos puedan refugiarse esta noche las personas damnificadas.

Así mismo en Casa Antúnez se habilitan refugios.

Este medio día habían sido servidas 2.800 comidas calientes en Casa Antúnez y más de 3.000 en Hospitalet, continuando la afluencia de personas solicitando asistencia. Dirigen los servicios el delegado provincial, camarada Gay: el jefe de «Auxilio de Invierno», camarada Dilmé, y otras jerarquías.

Por si fuese necesario, están preparados equipos de reserva y por orden del gobernador civil y jefe provincial del Movimiento están ya en condiciones de ser utilizados varios locales, entre ellos, el de Horta».

Nota oficiosa del Gobierno Civil- El peligro parece haber desaparecido:

«A consecuencia de las lluvias torrenciales, la crecida de los ríos Llobregat y Besós han causado desbordamientos importantes que han dejado sin albergue a unas 2.500 familias de los barrios extremos de la ciudad y pueblos vecinos, las cuales provisionalmente y hasta que puedan reintegrarse a sus hogares, están siendo instalados y atendidas por su benemérita obra de «Auxilio Social».

Esta tarde la primera autoridad civil recorrió los términos de Casa Antúnez, Prat de Llobregat, Cornellá, San Juan Despí, Hospitalet, Molins de Rey y San Feliu de LLobregat.

Las aguas continúan su descenso y el problema está atajado salvo complicaciones nuevas. La perturbación en los transportes por carretera y ferrocarril que tanto repercuten en los abastos se van resolviendo con rapidez.

También manifestó dicha autoridad que ante esta desgracia había podido constatar una vez más el magnífico espíritu de colaboración y disciplina por parte de todos, gracias al cual rápidamente quedarán los problemas resueltos».

Los terrenos del Puerto Franco, inundados:

«Todos los terrenos pertenecientes a la Zona Franca comprendidos entre la barriada de Casa Antúnez y la farola del Prat han sido afectados por la inundación, la cual ha producido daños en los edificios y huertos enclavados en los mismos. 

El delegado del Estado en el Comercio de la Zona Franca, señor Galinsoga, acompañado del secretario de la misma, recorrió ayer por la mañana aquel sector para hacerse cargo de los daños causados sobre el mismo terreno».13

Imagen 7. La Zona Franca inundada con Montjuïc al fondo.

En favor de los damnificados:

«Se han recibido, para las familias sin albergue, a causa de las inundaciones, los siguientes donativos:

Compañía de Cementos Asland  y por mediación de su director-gerente, don Felipe Bertran y Güell; 5.000 pesetas; don Eusebio Bertrand y Serra, 5.000 pesetas; Llobet Guri S.A., 5.000 pesetas; grupo de colmados de los mercados de Barcelona 1.000 pesetas, y don Francisco Burés, 4.000 pesetas.14

Además la Sociedad Netlé anuncia el envío de 5.000 pesetas, así como Ferrocarriles Catalanes, 5.000 pesetas; Santiago Rocamora, 5.000 pesetas y don J. Marin Corominas, 1.000 pesetas

Entre otros donativos que se anuncian hay una subcripción organizada por el Gremio de Fabricantes de Sabadell, de la cual se ha anticipado la cantidad de 25.000 pesetas».

Visita del alcalde a la barriada de Casa Antúnez:

«El señor alcalde, al que acompañaban el teniente de alcalde don José Ribas Seva y el jefe superior de la Guardia Urbana y Ceremonial don Manuel Ribé, visitó la barriada de Casa Antúnez afectada por los recientes temporales y en la que bajo la dirección del Ingeniero jefe de la Agrupación de Vialidad, señor Jara, se han llevado a cabo las necesarias obras para la más rápida salida de las aguas por los colectores de la citada barriada».15

El gobernador civil, en la zona afectada:

«El gobernador civil y jefe provincial  estuvo por la mañana visitando la zona afectada por la inundación, e inspeccionó sobre el terreno las medidas adoptadas en auxilio de los damnificados.

Por la tarde, el señor Correa Véglisson, acompañado de los delegados de «Auxilio Social» y Auxilio de Invierno», visitó nuevamente las barriadas afectadas por el desbordamiento del Llobregat, marchando después a visitar el comedor enclavado en el Parque.

Más tarde estuvo en la barriada de Casa Antúnez, inspeccionando los terrenos en que se instalará un comedor infantil modelo».16

Donativo para los damnificados:

«En el Gobierno Civil se han recibido, al objeto de socorrer las familias desamparadas a causa de las recientes inundaciones, los siguiente donativos: Consulado Alemán; 1.000 pesetas; Centro de Localidades, 700; Ayuntamiento de Premia de Mar, 500; de D. Mariano Sabaté, 100; Tranvías de Barcelona 5.000; y de la Casa Myrurgia, 2.000 pesetas.17

La situación en la comarca del Llobregat:

«La situación, mejoró ayer tan notablemente a consecuencia de las órdenes dictadas que fueron retiradas las fuerzas de marinería, del Ejército, de la Policía Armada y los grupos de pescadores voluntarios que desde los primeros momentos habían trabajado denodadamente. Tan sólo permanecieron en los lugares más céntricos retenes de la Guardia Civil y de la Cruz Roja.

En los campos se trabajó intensamente para dar salida a las aguas y gran número de las casas inundadas quedaron a medio día en condiciones de habitabilidad».18

Varios días posteriores a las inundaciones, seguían llegando donativos para los damnificados. Veamos a continuación lo que dice La Vanguardia Española:

«En el Gobierno Civil se recibió ayer un donativo de 5.000 pesetas de la Casa  Sangra S.A., con destino a las familias damnificadas por las últimas inundaciones de esta provincia».19

«Hemos recibido de la señora F.C., para el Hospital de la Santa Cruz (pabellón de niños), 100 pesetas, y otras 100 para la parroquia de Nuestra Señora de Port, para alivio de los damnificados en las últimas inundaciones.

Para la misma parroquia de Port y damnificados hemos recibido de D.J.F., 25 pesetas; del matrimonio T.A., 10 y de don J.L.V., para los indigentes de Rumanía 25 pesetas. Entregaremos dichas cantidades mediante recibo a favor de esta Administración».20 

Como hemos podido ver a través de La Vanguardia que ahora se llamaba «Española», muchas personas y empresas particulares del lugar y fuera de éste, contribuyeron con lo que buenamente sus conciencias y bolsillos les dictaron, sin embargo, en el corazón de todos, quedó grabada la ayuda y ánimos recibidos desde todos los ámbitos, civiles, militares y servicios públicos; como los Bomberos, la Cruz Roja y  la Administración que se volcaron todos juntos, dentro de sus posibilidades, para paliar la angustia de los ciudadanos.

En la mente de todos quedó siempre presente aquella terrible inundación y, aunque dicen que con el paso del tiempo se olvidan  los malos momentos vividos, a los ciudadanos de las Casas Baratas, les costó coger el sueño durante muchas largas noches, temerosos de volver a ser traicionados por las aguas silenciosas que iban avanzando sin obstáculo alguno, como si quisieran volver a reconquistar todos los espacios que en siglos pasados habían formado el origen del Delta del Llobregat Oriental, y que habían sido arrebatados por el hombre. No obstante, el miedo a otra nueva inundación, no tardó muchos años en llegar, mientras tanto, los unos y los otros, le daban vueltas a la cabeza pensando el por qué se había producido la desgracia que acababan de vivir. La supervivencia  del  hombre contra la Naturaleza, porque el río, buscaba en los campos como siempre lo había hecho, desaguar sus aguas cuando éstas naturalmente lo necesitaban, quizás el problema no estaba en sí en el río, sino en la propia ubicación y construcción de sus moradas, pero eso es otra historia para contar…

Imágenes:

PORTADA:

Vista de la Palanca, durante una crecida del Llobregat a su paso por Sant Andreu de la Barca. Año desconocido. Archivo histórico de SAB.

Sant Andreu de la Barca la nostra vila, la nostra historía.

Web: Riadas de SAB/Facebook

Imagen 1. lamemoriadelfang.bolgspot.com/2013/07/la-inundacion-de-1898 html.

Imagen 2. https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/100-cims-ermita-de-sant-ramon-sant-boi-5339758/photo-2788551

Imagen 3. La Vanguardia. Edición, martes 8 de noviembre de 1983, página 27. Nº. 36.590

Imagen 4. web: Archives historiques-Port Barcelona.

Memoria_1935-1942. Página 254, fotografías números 177 y 178.

Imagen 5. Archivo personal, Antonio Santafé . Fotografía realizada en 1962.

Imagen 6. Arxiu Històric Municipal de Sant Boi de Llobregat.

Imagen 7. Historias del tiempo: Septiembre de 1971. Riadas…- Barcelona.

barcelonahistoriasdeltiempo.blogspot.com>2011/11.

Notas:

1.- La Marina.Noviembre de 2003 (Memòria Històrica), página 13.

2.- La Vanguardia. Edición, viernes 11 de noviembre de 1898, páginas  2 y 3. Nº 5579.

3.- La Vanguardia. Edición, martes 15 de octubre de 1901, página 4. Nº 6872.

4.- La Vanguardia. Edición, martes 15 de octubre de 1901, página 4. Nº 6872.

5.- La Vanguardia. Edición, miércoles 1 de octubre de 1913, páginas 4, 5 y 6.

Nº 14669.

6.- La Vanguardia Española. Edición, jueves 27 de septiembre de 1962, página 8. Nº 29956.

Jaume Codina i Vilá, fue historiador del Baix Llobregat. Doctor en Filosofía y Letras. Nació en el Prat de Llobregat el 16-9-1923 y falleció el 22-5-2007. Entre otros cargos fue: Alcalde del Prat de Llobregat entre 1957 a 1964. Autor entre otras obras de: Delta del Llobregat. La gent del fang. El Prat: 965-1965: Ediciones Montblanc, 1966.

7.- Una historia de La Marina de Sants – Vides paral-leles. Edita: Ajuntament de Barcelona i Consell Municipal del Districte de Sants-Montjuïc. Barcelona 2007, páginas 129 y 131. ISBN: 978-84-9850-021-9.

8.- HISTORIA DEL PUERTO DE HUELVA (1873-1930). Autora: Ana María Mojarro Bayo, página 212. ISBN: 978-84-16621-15-6

9.- www. eoi. es>file>download. Master de Ingienería Medioambiental y Gestión del agua 2007/2008. Autora: Marísa del Carmen LLasat Botijo. (Meteorología e Hidrología, página 26).

es.sribd.com/document/377599208/Compont-e-45444 meteorología e hidrología-E01.

10.- Una mirada al pasado. Historia del barri vell de Por. Ramón Anglés. Centre d’Estudis de Montjuïc. Colección «Camí de L’Esparver» D.L.  B-50298-2008.

11.- La Vanguardia Española. Edición, domingo 10 de mayo de 1942, página 7. Nº 23616.

12.- La Vanguardia Española. Edición, viernes 1 de mayo de 1942, página 6. Nº 23608.

13.- El señor Luis Martínez de Galinsoga y de la Serna, fue conocido como Luis de Galinsoga, periodista y político, ocupó la dirección de La Vanguardia Española, desde el 1-5-1939 hasta el 5-2-1960.

14.- Entre los empresarios que donaron dinero, se encontraba el propietario Eusebi Serra , que para agrandar y ampliar las actividades de la fábrica de la Marina, se asoció con su yerno Manuel Bertrand, dándole el nombre de Estampaciones Eusebio Bertrand, también conocida como «Prat Vermell». Por lo cual, dicho esto, corrijo el error de La Vanguardia, ya que D. Eusebio Bertrand  y Serra no existía como tal, sino el nombre de la nueva sociedad. Dicha fábrica formaba parte del Grupo Eduardo Aunós, al ser construido éste junto a uno de sus largos muros, formando la calle Arnés, la 1.

15.- La Vanguardia Española. Edición, jueves 30 de abril de 1942, página 1. Nº 23607.

16.- La Vanguardia Española. Edición, viernes 1  de mayo de 1942, página 6. Nº 23608.

17.- La Vanguardia Española. Edición, viernes 1 de mayo de 1942, página 6. Nº 23608.

18.- La Vanguardia Española. Edición, viernes 1 de mayo de 1942, página 6. Nº 23608.

19.- La Vanguardia Española. Edición, domingo 3 de mayo de 1942, página 7. Nº 23610.

20.- La Vanguardia Española. Edición, domingo 10 de mayo de 1942, página 7. Nº 23616.

 

 

 

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3 comments

  • joan2garcias junio 7, 2020   Reply →

    Muy interesante

  • josep maria muria sibera junio 10, 2020   Reply →

    recuerdo algo lo de la riada del any 1962 por que a quel mes empece a trabajar tenia 14 años . La foto que estas con tu hermana ya se te ve la cara de pillo ja ja Como siempre Antonio eres un crak

  • Juan Carlos julio 2, 2020   Reply →

    Antonio, ya no me sorprendes, este articulo es de valiosa información. lo he puesto en grupos de naturaleza del Baix Llobregat, porque tiene un interés muy importante sobre las causas y resultados de las inundaciones. Los ríos son inteligentes y buscan sus cauces. bien documentado, bien narrado y la foto de pillo no te la quita nadie. Enhorabuena

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