….Es Barcelona la más celebre ciudad de mercaderías de la España citerior en los pueblos que antiguamente se decían laletanos, y fue la primera silla real de los godos en España….
(Anales del año ochenta y cinco, con el título de Relación del viaje hecho por Felipe II, en 1585, a Zaragoza, Barcelona y Valencia, publicada de Real Orden por Alfredo Moral Fatio y Antonio Rodríguez Villa, Madrid, 1876, pág. 121.)
La Marca Hispánica se convirtió en un territorio defensivo de los francos carolingios, aunque su organización fue absolutamente desordenada dividiéndose sus tierras en pequeños condados que siempre dependían del monarca reinante. Al frente de estos condados, surgirían los personajes conocidos como condes francos, nacidos en los lugares de residencia, aunque sus mandatos no serían siempre hereditarios, al menos durante sus inicios. Su carácter militar realzaba la titulación de sus jefes, nobles de sangre, de los que el de Barcelona, resguardado y protegido por las sólidas murallas romanas de la ciudad, gobernaba sobre la posición más arriesgada y difícil, la frontera de choque contra el islam, siendo el marqués por excelencia, por lo que se entiende que era el defensor de una frontera, la marca hispana o hispánica.